Si tienes el día un poco gris, avísame, que llevo una caja de ceras y lo pintamos del color que quieras

Y hacer el amor hasta desgastarlo. O hasta que no queden condones, yo que sé.

Y hacernos el amor con la mirada, como si de la cama se tratase, hasta que uno de los dos no aguante más. Me gusta recordar lo nerviosa que te pones cuando lo hago fijamente. ¿Diferencias? Ninguna Cuando descansamos volvemos a echar otro y cuando no te das cuenta, te vuelvo a mirar.

Hacía tanto tiempo que nadie me sorprendía apareciendo por la puerta de noche sin avisar... Tanto tiempo, que no recuerdo que nadie me sorprendiera entrando por mi puerta por la noche.

Que enrosques tus piernas en mi cuello mientras te dibujo gemidos en la garganta

Ensayo-error. Ésa podría ser la máxima de la vida. En ello se basa todo experimento científico. Prueba, falla y vuelve a probar. Anda, cae al suelo pero que nunca se te olvide volverte a levantar. Somos un continuo tropiezo tras tropiezo. Lo que nos define es nuestra rapidez para volver a levantarnos y nuestra predisposición a seguir adelante sabiendo que antes o después habrá una piedra que te hará caer.