miércoles, 23 de marzo de 2011

Y volvemos a tropezar como en un nuevo 11 S

Cai tantas veces que mi espalda se acomodo al suelo. Ya no habia dolor, solo recuerdos. Cuando uno se acostumbra a caer, olvida el dolor. Pero el ser humano es torpe, persique siempre sus sueños. ¿Que consigue? O bien, consigue lo que quiere, se mantiene de pie, y hasta el final de esa aventura, cae, o desde un primer momento cae.
Tantas veces rechazado, tantas veces olvidado por la misma chica, tantas veces acaban por no parecer nada, por no notarse.
Es increible como la mente se acostumbra y se amolda al olvido y al dolor.

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