Ahora es cuando más se la echa de menos.
Ese apoyo que dijera lo que dijera me ofrecía por el simple hecho de hablar.
Esas tardes que se pasaban rápidas y esas noches que se hacían amenas.
Ahora son tres noches en vela seguidas las que me avalan.
No olvido lo que era eso de dormir a la perfección con un "buenas noches, te amo mi vida" y despertar con un "buenos días cielo" que te hacía dormir y despertar con la mayor sonrisa jamás imaginable. Simple.
Ésa era la definición de felicidad.
Sonreír antes y después de dormir.
Ahora se echa de menos más que nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario