jueves, 28 de junio de 2012

Ahora es cuando más se la echa de menos.
Ese apoyo que dijera lo que dijera me ofrecía por el simple hecho de hablar.
Esas tardes que se pasaban rápidas y esas noches que se hacían amenas.
Ahora son tres noches en vela seguidas las que me avalan.
No olvido lo que era eso de dormir a la perfección con un "buenas noches, te amo mi vida" y despertar con un "buenos días cielo" que te hacía dormir y despertar con la mayor sonrisa jamás imaginable. Simple.
Ésa era la definición de felicidad.
Sonreír antes y después de dormir.
Ahora se echa de menos más que nunca.

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